El Santos ganó esta reedición de la final de 1962 para convertirse en tricampeón de la competición.
La primera parte fue muy igualada aunque con dos estilos de juego diferente. El Santos salió para imponer su ritmo y los consiguió a través de Ganso, de vuelta después de su lesión, y Elano, jefe de orquestra y que decide del buen o del mal tiempo. Pero esto no bastó para hacer la diferencia delante de un Peñarol muy atento y decidido en el centro del campo, y que pudo cortocircuitar el juego entre los centrocampistas y los delanteros del Peixe.
Finalmente, la primera parte fue muy equilibrada y el Santos solo pudo meter en apuros a los urugayos en las jugadas a balon parado pero se tapó siempre con Sosa, el portero de los visitantes. Pero el rigor táctico del Peñarol impidió a los creativos locales hacer la diferencia y permitió aislar Neymar en una banda.
Despues del descanso llego el primer gol que liberó totalmente a los santistas. El 46’, Arouca se deshizo de toda la zaga contraria y asistió a Neymar en la parte izquierda del área que remató a placer al primer palo. Despues de este gol, tocó con más tranquilidad y sin prisa, pero también pudo por fin desplegar su técnica.
El Peñarol tuvo que tomar la iniciativa y buscó más y más a Alejandro Martinuccio aunque no pudo poner en peligro el arquero Rafael. Y como no podía ser, con el equipo volcado al ataque llegó el segundo del Santos. Aprovecharon un contragolpe brutal para marca un gol por parte de Danilo al segundo palo en el 67’.
El gol en propia puerta de Durval permitió al Peñarol de volver a soñar, aunque fueron los locales que gozaron de las mejores oportunidades. Pero Ganso falló solo delante del portero y Neymar y Zé Eduardo se estrellaron en el poste.
El partido acabó con una lamentable imagen en una pelea entre jugadores de ambos equipos y aficionados en el campo.
Santos acumula 3 Libertadores, el fútbol Brasileño su segunda consecutiva y la décima en su historia.
