Máximos dirigentes del Flamengo, como el vicepresidente Marcos Braz y el director de fútbol Bruno Spindel, lanzaron una nueva crítica a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por su gestión del calendario futbolístico nacional.
En su intervención en la presentación del nuevo fichaje del Al Hilal, Michael, Braz argumentó con contundencia la necesidad de reducir el número de partidos en las ligas brasileñas, señalando con crudeza: “No se trata de sentido común; es pura matemática”.
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Braz señaló un defecto crítico en el sistema brasileño: a diferencia de las grandes ligas de todo el mundo, la brasileña no hace una pausa durante los partidos internacionales, lo que la coloca en desacuerdo con las normas mundiales. “Brasil cree que está bien y el mundo entero está equivocado”, dijo, calificando la situación de “vergonzosa y desvergonzada”.
Spindel se sumó a las críticas, destacando los conflictos de calendario que surgen cuando los jugadores son convocados para la selección nacional. A pesar de una breve suspensión de los partidos nacionales durante las próximas eliminatorias, la proximidad de estos encuentros a los compromisos de los clubes, como la Copa do Brasil, plantea desafíos vitales.
Criticó a la CBF por las decisiones unilaterales de programación que no tienen en cuenta los intereses de los clubes: “Cree que tiene poder para hacerlo y que no le afecta”.
Este conflicto permanente, según Spindel, no sólo perturba el funcionamiento de los clubes, sino que también perjudica la relación entre los aficionados y la selección, especialmente cuando están implicados jugadores de clubes de primera fila como Flamengo, Atlético Mineiro y Palmeiras.
“Está dañando la relación de la selección nacional con los aficionados”, concluyó, pidiendo una reevaluación del calendario para alinearse mejor con las normas internacionales y proteger los intereses de los clubes.
