La autorización dada por un tribunal de Barcelona para la libertad provisional de Dani Alves a cambio del pago de una fianza generó críticas del arco político en España y Brasil. El futbolista será excarcelado si abona un millón de euros y podrá esperar afuera de la cárcel mientras se resuelven los distintos recursos legales presentados ante su condena a cuatro años y medio por violación.
“El dinero que tiene Daniel Alves, el dinero que puede tener cualquiera, no puede comprar la dignidad ante la ofensa que un hombre hace a una mujer cometiendo una violación”, dijo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. “El sexo es algo que se hace entre dos, tiene que ser permitido y consentido por dos. Si no, de hecho, es un delito”, indicó el mandatario en un acto en Brasilia por los 44 años de la formación que lidera, el Partido de los Trabajadores (PT).
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“Ahora estamos viendo que Daniel Alves puede ser liberado si paga algo. Aprendí en Pernambuco (su estado natal) que la gente solía decir ‘aquí en el Nordeste, quien tiene 20 contos de réis (expresión que indica un millón de reales, la moneda de Brasil) no es arrestado’. Y estamos viendo que esta máxima continúa”, aseguró.
Del otro lado del Atlántico, el partido Sumar, que forma parte de la coalición del gobierno de España que lidera Pedro Sánchez, también criticó la resolución judicial. “Dani Alves puede esperar en su casa a la sentencia definitiva de una violación porque tiene un millón de euros. La justicia es patriarcal y clasista. Ya basta”, escribió en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
“Los hombres poderosos pueden comprar su libertad. Éste es un peligroso mensaje de desprotección para todas las mujeres. Necesitamos que la justicia sea feminista e igual para todos”, apuntó por su parte la exministra de Igualdad española, Irene Montero.