Años atrás, uno de los futbolistas brasileños que más se destacaba en el deporte era Zico. Además de haber brillado con el Flamengo, club al que ayudó a ganar su primera Copa Libertadores en 1981, brilló con la Seleção: convirtió 48 goles en 71 partidos.
Mucho tiempo después, el ex volante creativo aprovecha su imagen para desenvolverse con soltura en el mundo de los negocios. En los últimos años, Zico logró incontables asociaciones de licencia y publicidad con importantes empresas.
LEE MÁS
++ Flamengo y Palmeiras, los que más recaudaron en premios de CONMEBOL desde el 2016
++ Flamengo y Palmeiras ya conocen la sede del primer Mundial de Clubes con 32 equipos
++ El Botafogo y su ayudante de campo se burlan de la vergonzosa derrota del Flamengo
Zico aprovecha su imagen comercial
Pixbet, Plastilit, Bradesco, Mercado Livre, Uber, Fiatlux, Toyota, Ambev, Estácio y TIM son algunas de las marcas con las que Zico ha colaborado. Además de estos acuerdos, el ícono del Mengao interviene regularmente como invitado de honor en eventos estratégicos. Además explota hábilmente su fuerte presencia en las redes sociales, donde tiene más de 4 millones de seguidores.
“Con la consolidación de mi nombre en las últimas décadas, estoy implementando una estrategia sólida y bien definida para administrar mi carrera de manera efectiva en el futuro. Las oportunidades son infinitas y estoy muy emocionado de poder confiar en un equipo sólido para administrar mi negocio y mi reputación”, sostuvo la leyenda de Brasil.
El legado de Zico
En su época como jugador, Zico disputó tres mundiales con la selección brasileña entre 1978 y 1986. Fue el líder del equipo en España 1982, mientras que a nivel clubes también dejó su huella: es considerado como el mejor jugador en la historia del Flamengo.
Además, el ex volante fue una figura importante en el desarrollo del fútbol profesional en Japón. En los últimos años de su carrera, Zico brilló con los colores del Kashima Antlers y luego se convirtió en el seleccionador del país nipón. Recientemente, se desempeñó como ejecutivo de fútbol y embajador relacionado al país asiático.
Aún sin haber ganado una Copa del Mundo, muchos lo consideran el mejor jugador en la historia de Brasil detrás de Pelé.
