La acción del Brasileirão de este fin de semana no se trató solo de fútbol; también fue una jornada marcada por temperamentos encendidos y peleas en la cancha. En los dos derbis de la jornada, los partidos terminaron empañados por tumultos.
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Botafogo – Flamengo
En el Estadio Nilton Santos, el enfrentamiento entre Botafogo y Flamengo terminó con una contundente victoria 4-1 para Botafogo, pero el marcador no fue lo único que encendió el estadio.
Bruno Henrique, de Flamengo, conocido por su gesto provocador de ‘llanto’, avivó las tensiones después de anotar un gol que igualaba el partido. El gesto, dirigido a los hinchas de Botafogo, no cayó bien entre los jugadores de Botafogo, especialmente Marlon Freitas, lo que desató enfrentamientos que involucraron a jugadores y personal, incluyendo al entrenador de Botafogo, Artur Jorge, y al gerente de salud de Flamengo, Marcio Tannure, quienes intentaron mediar.
El drama no terminó en el campo. Los hinchas de Flamengo se enfrentaron con la seguridad y la policía en las gradas, convirtiendo el Sector Sur en una escena de caos.
Palmeiras – São Paulo
Mientras tanto, en el Allianz Parque, otra pelea eclipsó la victoria por 2-1 de Palmeiras sobre São Paulo. La trifulca estalló inmediatamente después del pitido final, involucrando a jugadores, suplentes y guardias de seguridad. ¿El detonante? Las celebraciones de un alcanzapelotas de Palmeiras que provocó al banquillo de São Paulo después del segundo gol decisivo. Sus acciones, que incluyeron celebraciones excesivas y provocaciones verbales, no sentaron bien a los jugadores de São Paulo, quienes se sintieron irrespetados en el terreno de su rival.
La situación escaló rápidamente. Jugadores de ambos lados se unieron a la confrontación, que se trasladó del campo al túnel que lleva a los vestuarios. Entre los más acalorados estaban Welington y Sabino de São Paulo, quienes fueron vistos en intensas discusiones con el capitán de Palmeiras, Gustavo Gómez.
A medida que se disipan las tensiones, quedan preguntas: ¿Podrá el fútbol brasileño abordar su recurrente tema de confrontaciones en el campo? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, el Brasileirão sigue siendo tanto sobre el control de temperamentos como sobre la maestría futbolística.
