Juan Manuel Izquierdo, futbolista uruguayo, ha fallecido recientemente en São Paulo. Sin embargo, su familia no se quedará sin apoyo. La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) les promete una suma procedente de su seguro. Recibirán su último sueldo íntegro y una media mensual de sus primas durante los próximos ocho años.
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Este compromiso de apoyo está incluido en el Estatuto del Jugador de la AUF. Se trata de una red de seguridad que entra en acción si un jugador sufre una lesión grave o fallece, garantizando que la familia inmediata del jugador -su esposa e hijos en el caso de Izquierdo- reciba los beneficios por igual.
Si bien esta ayuda es encomiable, también pone de manifiesto las diferencias salariales existentes en el fútbol sudamericano. Por ejemplo, Ignacio Ramírez, máximo goleador de Nacional la temporada pasada, ganaba unos 80.000 dólares.
Al otro lado de la frontera, en Brasil, las grandes figuras ganan fácilmente entre 195.000 y 390.000 dólares al mes. Incluso Luis Suárez, un pez gordo en Uruguay, ganaba unos 200.000 dólares mensuales jugando para el Grêmio en Brasil.
Esta situación deja al descubierto la realidad económica a la que se enfrentan muchos jugadores uruguayos, incluso cuando sus familias reciben un apoyo fundamental tras tragedias personales. La gran diferencia de ingresos pone de manifiesto no sólo la solidaridad, sino también los retos a los que se enfrenta este deporte en Sudamérica.
– Artículo escrito originalmente por Desmond Efe-Khaese (Sambafoot International).
