En el fútbol brasileño se intensifica el debate en torno al césped sintético. La Federación Nacional de Atletas de Fútbol y el Fluminense se han dirigido a la Confederación Brasileña de Fútbol abogando por la prohibición de los campos artificiales. En contraposición, el Botafogo, uno de los tres equipos del Brasileirão con campo artificial, y su principal accionista, John Textor, defienden el uso del césped sintético:
“La salud de los jugadores es realmente mejor en sintético”, dice Textor a GE. Critica a los detractores: “Dicen tonterías”, y destaca la calidad superior reconocida por jugadores de varios clubes. Textor aboga por una mezcla de césped natural y sintético, que refleje las normas de las principales ligas de fútbol, para reducir las lesiones y mejorar las condiciones de juego.
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A pesar de los debates, la Confederación Brasileña de Fútbol no ha prohibido los campos sintéticos. Sin embargo, ha formado una comisión con representantes de clubes y médicos para seguir investigando, y tiene previsto consultar a expertos internacionales.
El Botafogo adoptó el césped sintético en el estadio Nilton Santos para facilitar el mantenimiento y acoger eventos. Textor critica la postura del Fluminense y de la Fenapaf contra el césped sintético, y aboga por campos estandarizados en toda la liga. Está abierto a la transición a la hierba natural para 2025 si es necesario, haciendo hincapié en la necesidad de campos de alta calidad:
“Brasil merece la calidad de los mejores lugares del mundo. El fútbol aquí es tan bueno como en cualquier otro lugar”, concluye Textor, instando a invertir en la calidad de los campos para igualar el estándar mundial.
