Gregore fue uno de los brasileños que llegó a jugar junto a Lionel Messi en el Inter Miami de la Major League Soccer. Aunque tenía un lugar importante en los planes de Gerardo Martino (fue capitán cada vez que el argentino no jugó en la pretemporada), el volante fue vendido a Botafogo para permitirle a la franquicia cumplir con las normas de espacio salarial.
En su presentación como nuevo refuerzo del Fogao, el jugador de 29 años miró hacia atrás y señaló lo que más rescata de su tiempo al lado del ocho veces ganador del Balón de Oro.
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“Fue una experiencia que nunca pensé que iba a suceder. Lo que aprendí es la competitividad que tienen estos grandes jugadores. Lionel Messi es una persona que ya ha conquistado todo en su carrera y sigue compitiendo, queriendo más. Eso es lo que saqué para mí”, explicó.
Bem-vindo, Gregore! 🇧🇷⚽️
Novo reforço do Glorioso é apresentado oficialmente no Nilton Santos, em coletiva de imprensa. O volante estreou com a camisa alvinegra no último sábado. 👔⭐️ #VamosBOTAFOGO
📸 Vítor Silva/BFR pic.twitter.com/X6IJ8NDB4M
— Botafogo F.R. (@Botafogo) February 27, 2024
Un nuevo reto en el regreso a Brasil
Gregore llevaba dos temporadas y media en el sur de la Florida cuando Messi aterrizó en suelo norteamericano para revolucionar la visibilidad y el alcance de la MLS. Previamente, el brasileño se había destacado en Bahia. Ahora, le espera un desafío interesante en Río de Janeiro.
“Llegué aquí y ya hay buenos líderes en el grupo, y eso se va construyendo día a día. Si eres capitán en otro equipo, cuando llegas necesitas ganarte también esa confianza de las personas, de los jugadores. Vengo a sumar, trabajar, ayudar a mis compañeros. Y sí, con esta energía mía de enfrentar mis desafíos con seriedad y trabajo, ayudar al club en sus objetivos”, aseguró el futbolista por el cual Botafogo pagó 2,5 millones de euros en este mercado.
“Cuando se trata de un interés del Botafogo, de las personas que están aquí trabajando, todo jugador tiene el objetivo de trabajar con personas serias y en un proyecto serio. Tenía amigos aquí, los llamé y me dijeron que viniera. No tuve ni siquiera dudas. Fue un buen negocio para todos y el deseo de mi corazón es que podamos ser muy felices aquí”, agregó.
