El juicio a Dani Alves, acusado de violación, comienza la semana próxima en Barcelona. En medio del revuelo mediático que genera el caso y con el objetivo principal de proteger a la denunciante, la Fiscalía solicitó que las tres audiencias sean a puerta cerrada.
Será ahora la Justicia la que deberá pronunciarse si acepta la petición que implicaría que solamente podrán estar presentes adentro del tribunal el fiscal, el personal administrativo judicial y los abogados de la acusación particular y de la defensa. De confirmarse, también estarán autorizados a ingresar el futbolista y la parte denunciante.
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La idea es proteger a la mujer que acusó a Alves del hecho investigado, ocurrido el 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton, sobre todo después de que la madre del jugador publicara en sus redes sociales el nombre y otros datos protegidos por ley. Lucia Alves también difundió fotos y grabaciones privadas de la denunciante.
De acuerdo a la prensa española, unos 22 testigos hablarán en las audiencias que tendrán lugar entre el 5 y el 7 de febrero. También se espera que declaren peritos, el propio Alves y su ex esposa.
La Fiscalía pidió nueve años de prisión para el futbolista, una indemnización a la denunciante de 150.000 euros por el delito de “agresión sexual con penetración” y otros diez años de libertad vigilada o a prueba. Por su parte, la mujer que acusó al lateral solicitó una condena de doce años de cárcel, mismo monto de indemnización y una orden de restricción de un kilómetro durante una década.
La situación procesal del jugador no es sencilla y lo demuestra los constantes cambios en su estrategia de defensa, que van desde modificar a sus abogados hasta dar distintas versiones de lo ocurrido. El futbolista pasó de negar el hecho a asegurar ahora que estuvo bajo los efectos del alcohol, en un intento de buscar la absolución o una pena menor.
