El próximo 20 de marzo, el Superior Tribunal de Justicia de Brasil decidirá si Robinho, el exfutbolista brasileño condenado por violación en Italia, cumplirá su pena de nueve años de cárcel en el gigante sudamericano. Este tribunal, compuesto por los 15 ministros de mayor rango, se enfrenta a una decisión importante dada la política de Brasil contraria a extraditar a sus ciudadanos.
Italia, al no conseguir la extradición del ex atacante, solicitó que cumpliera su condena en Brasil. El Ministerio Público Federal del país sudamericano apoyó esta petición en noviembre de 2023, mostrando su voluntad de hacer cumplir el veredicto del tribunal italiano a nivel nacional.
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Como reflejo de tendencias más amplias, este caso ilustra la alineación del sistema jurídico brasileño con los esfuerzos internacionales para combatir la delincuencia y mejorar la administración de justicia. La jurisprudencia favorece ahora la cooperación por encima de las nociones tradicionales de soberanía y jurisdicción, con el objetivo de lograr un marco jurídico mundial más eficaz.
El caso contra el ex futbolista y otras cinco personas se centra en la violación en grupo en 2013 de una mujer albanesa de 23 años en Milán, que condujo a la condena de Robinho en 2017, confirmada por el Tribunal de Apelación de Milán en 2020. A pesar de su apelación, el Tribunal de Casación de Italia, el más alto tribunal, denegó el recurso en enero de 2022, consolidando su sentencia sin más posibilidades a nuevas presentaciones judiciales.
