Corinthians y Grêmio igualaron 2-2 en un partido “caliente” que cerró la primera rueda del Brasileirao 2024. Agustín Marchesín, guardameta del Tricolor gaúcho, se mostró completamente disconforme con la actuación del arbitraje en San Pablo.
“Esto es una vergüenza. Lo que pasó hoy es una vergüenza y no me importa si soy castigado. Venimos a jugar acá con todo lo que está pasando en Río Grande del Sur y estamos sufriendo mucho”, declaró el argentino.
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“¿Cobrar un penal como el que cobraron? Sinceramente es una vergüenza. Gremio es muy grande para sufrir esto. Corinthians es un equipo grande y lo respetamos, pero esto es una vergüenza”, agregó el arquero en su descargo.
Rodrigo Ely abrió la cuenta para la visita a los 2 minutos de juego, pero Yuri Alberto igualó para el anfitrión 23 minutos más tarde a través de un penal cobrado a instancias del VAR.
Mathías Villasanti había vuelto a darle la ventaja a Grêmio a los 76’, aunque no fue suficiente ya que Rodrigo Garro sentenció el empate a los 87’.
Además de quejarse por el penal otorgado al anfitrión en el primer tiempo, Marchesín se fue molesto por un penal no cobrado y un gol anulado a su equipo.
“No se puede hablar con el árbitro. Me pisan, me pegan una patada y no saca tarjeta amarilla. Hay un penal que pega en la mano de ellos, un gol anulado. ¿Quién inventa estas reglas? Corinthians es muy grande para tener tanta ayuda”, añadió enfurecido el guardameta.
Ambos equipos se volverán a ver las caras la próxima semana por la ida de los octavos de final de la Copa de Brasil. ¿Tendrá su revancha Marchesín?
