El entrenador Abel Ferreira no escatimó elogios para Estêvão, cuya actuación permitió al Palmeiras remontar un 2-0 en contra y lograr un empate a 2-2 contra el Grêmio.
El gol decisivo del joven delantero no sólo salvó un punto para su equipo, sino que también puso de relieve por qué clubes de primera fila como el Chelsea están ansiosos por hacerse con sus servicios.
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Sin embargo, Ferreira también expresó un sentimiento agridulce por la pérdida de tales talentos, que podrían haber formado una formidable “generación dorada” para el club.
Ferreira reflexionó sobre la fuga de talentos y mencionó a otras jóvenes promesas, como Endrick y Luís Guilherme, que también se han marchado a Europa. Ferreira soñaba con una “generación de oro” en el Palmeiras, pero ahora está fracturada por las lucrativas ofertas del extranjero.
Ferreira señaló la cruda realidad de la economía del fútbol, afirmando que “los euros y las libras hablan más fuerte”. Esto demuestra la lucha a la que se enfrentan los clubes brasileños para retener a sus talentos, ya que el dinero suele primar sobre el deporte.
