El 17 de julio de 1994 es una fecha que quedará para siempre en la memoria de Brasil, que celebró su cuarta Copa del Mundo. Para Italia, en cambio, representa un recuerdo que prefiere olvidar.
Franco Baresi, capitán de aquella Azzurri, todavía tiene “pesadillas” con aquella final, y sobre todo con el penal que erró en el primer disparo de la tanda.
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“Había emoción, tensión, tantas cosas mezcladas, y yo, lamentablemente, fallé ese penalti. Hasta el día de hoy, me pregunto qué hice para haber pateado la pelota tan alto”, le contó a Globo Esporte a 30 años del partido.
Cuatro años atrás, el defensor que por entonces era considerado el mejor del mundo, había convertido su penal en la serie ante Argentina en el Mundial 1990, aunque Italia terminó perdiendo en casa.
Esta vez, probó un remate más arriesgado y fue lejos del arco: “Claro que puedes prepararte todo lo que quieras, pero el penal es en el momento. ¡Todo cambia! Cuando vas allí y pones la pelota sobre el punto, miras hacia el arco y este se encoge. El portero siempre es un gigante. Piensas en lanzar hacia un lado, luego cambias de idea. Eso fue lo que me pasó a mí”.
Al explicar su toma de decisión, recordó: “Estaba observando un poco el movimiento de Taffarel y pensé en patear a su izquierda. Fue entonces cuando cambié de idea en la carrera y, por eso, el movimiento de mi cuerpo hizo que el disparo saliera muy alto. ¡Sucede! Puedes entrenar mucho, grandes lanzadores también han fallado”.
Márcio Santos también falló el primer penal de Brasil, pero los tantos de Romário, Branco y Dunga inclinaron la balanza ya que Daniele Massaro y Roberto Baggio erraron para Italia.
