Neymar lamenta la actitud del colegiado en el partido de ida de la Copa Libertadores. Después de recibir una tarjeta amarilla por fingir, dice que el árbitro le presionó demasiado para poder jugar normalmente.
‘’Me sacó tarjeta amarilla y se la pasó amenazándome todo el tiempo. Tres veces me dijo que me iba a expulsar si volvía a caer, pero yo no hice nada, ni siquiera pedí la falta.
Fui muy intimidado en el primer tiempo, en el segundo me solté un poco más. Es difícil jugar con un árbitro que te amenaza todo el tiempo. Tuve miedo de marcar o intentar robar la pelota. Es complicado jugar así. Estamos peleando contra todos”.
Quizás tendrá más suerte en el partido de vuelta.