Es la única cosa que tienen los jugadores del Peixe en mente. Desde 1963 se le resisten un título continental. Si se clasifican hoy, sería un paso más para acabar con este triste récord. Por eso reservaron a los titulares en los dos primeros partidos del Brasileirão que acabaron con un empate y una derrota.
El Santos tiene normalmente todo a favor. Sus adversarios tendrán que atacar para dar la vuelta al marcador y los brasileños podrán aprovechar los espacios para ir a la contra.
Así debería ser un partido abierto y, esperamos, con mucho espectáculo. También podria ser una ocasión única para Neymar de ganar esta competicion por si acaso se iba del Santos para intentar la aventura Europea este verano.
Recordamos que la última vez que el Santos llegó a la final fue en 2003 contra el Boca Junior.