Mário Jorge Lobo Zagallo es una figura que representa como ninguna otra la esencia, el espíritu, del fútbol brasileño. Nacido un caluroso 9 de agosto de 1931 en la ciudad costera de Maceió, Alagoas (Brasil), su periplo futbolístico le llevaría desde los campos de juego, donde jugaba como polivalente delantero y centrocampista, hasta los estratégicos estadios de entrenador. Allí grabó su nombre en la historia.
LEER MÁS
++ El mundo del fútbol despidió a Zagallo en Brasil
++ Murió Zagallo tras respirar fútbol durante 92 años
++ Romário pone a Zagallo a la misma altura que Pelé
Carrera como jugador
La etapa de Zagallo en los terrenos de juego estuvo marcada por el éxito y la resistencia. Jugó en grandes clubes: América, Flamengo y Botafogo. En Flamengo y Botafogo, no era un jugador más. Ganó campeonatos estatales. Se ganó la reputación de ser tácticamente inteligente, en el campo. ¿Su estilo de juego? Todo era resistencia, versatilidad táctica, una comprensión innata del juego. No eran sólo habilidades. Eran un atisbo de su futuro como entrenador.
La gloria internacional
Luego llegó la escena internacional. Aquí, la historia de Zagallo adquiere un matiz legendario. Fue fundamental en las victorias de Brasil en los Mundiales de 1958 y 1962. Junto a leyendas como Pelé, Garrincha y Didí, brilló con luz propia. Su habilidad, su perspicacia táctica, todo estaba a la vista. La capacidad de adaptación de Zagallo, para jugar en diferentes posiciones, le hizo inestimable. Fue la piedra angular del dominio de Brasil en aquella época.
Transición a entrenador
Pasar de jugador a entrenador parecía casi… inevitable para Zagallo. No tuvo fisuras. Impulsado por un profundo conocimiento del juego y una cualidad natural de liderazgo. Se convirtió en el primero en ganar la Copa Mundial de la FIFA como jugador y como entrenador. 1970. Bajo su dirección, la selección brasileña era una belleza. Célebre por su estilo ofensivo y su cohesión. Las tácticas de Zagallo, sus innovaciones, dejaron huella en el deporte. Un impacto duradero.
Años posteriores y legado
Pero la historia de Zagallo no termina ahí. Siguió dando forma al fútbol brasileño. Subdirector técnico, coordinador técnico de la selección nacional. Su influencia contribuyó a la victoria de Brasil en la Copa Mundial de 1994 y a su subcampeonato en 1998. ¿Su carrera? Es un tapiz de galardones, cada uno de los cuales refleja su monumental contribución al fútbol.
¿El legado de Zagallo? Es más que trofeos, más que títulos. Es el estilo, la alegría, la pasión que sus equipos llevaban al campo. Su mantra: “Hay que tener gente con mucha creatividad y poner el balón en el suelo. Nada de balones largos”, lo dice todo. Es la esencia del fútbol brasileño.
Un nuevo documental
Sambafoot Series ha lanzado un nuevo documental sobre la vida de Zagallo: de jugador a entrenador. “Zagallo: Vocês vão ter que me engolir!” ya está disponible y puedes ver el Episodio 1 de la serie original aquí.
Permanece atento a los próximos episodios para seguir contando la historia de una de las mayores figuras del fútbol de todos los tiempos.
