Hace exactamente 54 años, la Selección Brasileña ganó el Mundial de México 1970. Fue la coronación de un equipo que derrochaba talento y que tenía en el genio de Pelé su mayor referencia. El dorsal número 10 se convirtió en aquella competición en el primer y único jugador en ganar tres Copas del Mundo, una marca que se mantiene hasta hoy.
Bajo el mando del seleccionador Zagallo, el tercer título mundial de Brasil no fue fácil, pero terminó de forma impecable. En seis partidos, hubo seis victorias, en una campaña con un 100% de acierto, marcando 17 goles. Incluso en el grupo considerado el más difícil de la Copa del Mundo de 1970, la Selección Brasileña consiguió superar adversarios como Checoslovaquia, Inglaterra, Rumania, Perú, Uruguay y, finalmente, Italia.
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En la final, la Selección derrotó a Italia por 4 a 1. Los goles del partido fueron marcados por Pelé, Gérson, Jairzinho y Carlos Alberto Torres. Boninsegna marcó el gol del honor para los italianos en el Estadio Azteca de Ciudad de México. Con el título, Brasil se convirtió en el primer equipo en alcanzar el tricampeonato, hecho que le garantizó la posesión permanente del trofeo Jules Rimet. Antes de esta conquista, la Selección también había sido campeona en 1958 y 1962.
Recordemos toda la trayectoria de la Selección Brasileña hasta la gran final y el título mundial en México.
Brasil 4×1 Checoslovaquia
La expectativa para el debut en la Copa del Mundo era alta, pero Brasil consiguió comenzar con el pie derecho. O mejor dicho, con el izquierdo, ya que fue con ese pie que Rivellino marcó el gol del empate que motivaría la reacción brasileña para buscar la victoria. Pelé y Jairzinho (dos veces) cerraron el marcador en aquel partido.
Brasil 1×0 Inglaterra
Épico. Así se puede definir el partido contra Inglaterra en la segunda jornada de la fase de grupos. En lo que se consideró el enfrentamiento más difícil de aquella fase para los brasileños, el talento y la capacidad goleadora de Jairzinho destacaron y los ingleses fueron incapaces de reaccionar. Allanando el camino para la clasificación a los cuartos de final, ese fue un punto clave para que el equipo finalmente se ganara la confianza de todos.
Brasil 3×2 Rumanía
Fue el único partido en el que Brasil recibió críticas de la prensa y de los aficionados. Sin algunas de sus piezas clave, como Gérson y Rivellino, Zagallo hizo cambios importantes y contó con la brillantez de Paulo Cézar Caju y Clodoaldo para la victoria. Dudoso antes del partido, Pelé fue el autor de dos goles y Jairzinho también marcó el suyo.
Brasil 4×2 Perú
En el enfrentamiento entre el Rey de Brasil, Pelé, y el Rey de Perú, Cubillas, el número 10 brasileño salió vencedor. Bajo un sol abrasador en el Estadio Jalisco, Rivellino, Jairzinho y Tostão (dos veces) marcaron los goles que llevaron a la Selección a las semifinales de la competición. En el campo, Brasil abrió una ventaja de 2-0 en el marcador y vio cómo los peruanos intentaban igualar, pero el triunfo fue verde y amarillo una vez más.
Brasil 3×1 Uruguay
El partido más esperado del Mundial de 1970 era la semifinal entre brasileños y uruguayos. Con el fantasma del Mundial de 1950, Brasil sabía que tenía que disipar el recuerdo y crear un nuevo camino. Cuando, en la víspera del choque, el seleccionador de Uruguay declaró que ya estaba pensando en la final, la Selección ganó una motivación extra y jugó un partido fantástico. Clodoaldo, Jairzinho y Rivellino fueron los autores de los goles.
Brasil 4×1 Italia
Y entonces llegó la decisión. Aquel 21 de junio de 1970, Brasil e Italia saltaron al campo para luchar por el Trofeo Jules Rimet. Hasta entonces, cada equipo tenía dos títulos. La gran expectación y confianza de los brasileños estaba justificada, ya que, tras un comienzo difícil, la Seleção brilló. Con todos los jugadores disponibles para el partido, Zagallo sacó al campo lo que mejor tenía. La alineación fue la que más se repitió durante el Mundial, con el equipo base formado por: Félix; Carlos Alberto Torres (c), Brito, Piazza y Everaldo; Clodoaldo y Gérson; Jairzinho, Pelé, Rivellino y Tostão.
Los italianos venían de una histórica batalla contra Alemania Occidental en las semifinales del Mundial. Señalado por muchos como uno de los mejores partidos de la historia de los Mundiales, el enfrentamiento con los germanos acabó con triunfo de la Azzurra por 4-3, tras la prórroga. En los 90 minutos, hubo empate a 2-2. Después, Italia se adelantó en el tiempo extra, sufrió un nuevo empate y finalmente marcó el gol de la victoria, a los 114 minutos de juego.
Todo este agotamiento hizo que Brasil llegase a la final con un poco más de disposición física. El partido decisivo marcó una serie de logros individuales para la Selección Brasileña. Jairzinho terminó el Mundial como segundo máximo goleador, con siete goles, y se convirtió en el primer campeón en marcar en los seis partidos de su equipo. Pelé volvió a marcar en la final de un Mundial y se convirtió en el único jugador tricampeón mundial de la historia. El Rey también terminó la competición con seis asistencias.