Júnior Moraes fue anunciado como nuevo refuerzo del Corinthians. El delantero llega para ser el número 9 que echaba de menos la afición. El refuerzo es interesante, pero el jugador llega tras huir de Ucrania, donde incluso tenía dudas sobre la posibilidad de ser llamado a luchar en la guerra.
Por lo tanto, venir a Brasil es un nuevo comienzo y una oportunidad de demostrar que puedes ser un excelente atleta en tu país de origen. En Ucrania es un ídolo y ha defendido a los clubes más grandes del país. ¡Recuerde un poco sobre la trayectoria del nuevo jugador de Timão!
Regreso a Brasil después del inicio de la guerra
Júnior Moraes fue uno de los jugadores brasileños que huyó de la guerra en Ucrania, tras la invasión de Rusia. Al comienzo del conflicto, se hospedó en un hotel con otros jugadores del país y fue uno de los líderes del grupo, porque habla ucraniano.
Actualmente, varios jugadores están negociando terminar sus contratos en los países afectados por la guerra o al menos ser cedidos hasta que la situación mejore. Este fue el caso, por ejemplo, de Junior Alonso, vendido a principios de año al fútbol ruso, pero que volvió cedido al Atlético-MG.
Dificultades para salir de Ucrania
La desesperación de Júnior Moraes terminó el 3 de marzo, cuando llegó al aeropuerto de Guarulhos. El delantero fue uno de los últimos del grupo en remontar, porque tenía un problema extra.
Desde 2019, Junior tiene ciudadanía ucraniana. Con un largo reconocimiento en el país, ya jugó 11 partidos con la selección nacional, con un gol anotado. Sin embargo, con el estallido de la guerra, esto complicó la situación, ya que podría ser llamado a participar en la guerra.
Mucha gente se ha ido del país, pero a los hombres de 18 a 60 años les resulta más difícil. En ese sentido, hubo jornadas tensas hasta el regreso a Brasil. Lejano ahora, no ha olvidado el lugar que adoptó como su hogar. El jugador donó 1,67 millones de hryvnias (casi R$290.000) al gobierno ucraniano para ayudar a las víctimas de la guerra.
Larga trayectoria en el fútbol europeo
A diferencia de otros brasileños, Júnior Moraes tuvo que construir su carrera casi desde cero en Europa. Antes de brillar en el Dynamo Kyiv y el Shakhtar Donetsk, jugó en el Gloria de Rumania y en el CSKA Sofia de Bulgaria.
Su primera experiencia en Ucrania fue con Metallurg Donetsk. En 2011 coincidió con el club, pero no disputó ningún partido. Un año después, volvió, pero esta vez con oportunidades. En el campo marcó 37 goles en 70 partidos y se ganó a la afición.
Al final del contrato, fichó por el Dynamo Kyiv en 2015 y disputó su primera Champions League. Jugó un papel importante en la campaña 2015/2016, cuando el club llegó a los octavos de final después de 16 años. Jugó durante unos meses en China durante este período, pero pronto regresó al país.
Finalmente, Júnior Moraes finalizó su participación en Ucrania jugando en el Shakhtar Donetsk, equipo conocido por fichar a muchos brasileños. Fue allí donde decidió convertirse oficialmente en ucraniano, el tercer brasileño en defender la selección, después de Edmar y Marlos.
Con el Shakhtar, Junior ganó dos veces más el Campeonato Nacional (ya lo había ganado con el Dinamo) y tenía contrato hasta junio de 2022, pero la guerra truncó sus planes. A los 34 años, volverá a jugar en Brasil.
Gol del título de Sao Paulo en Santos
La carrera de Júnior Moraes en Brasil no fue larga. Nacido en Santos, el delantero se reveló en el equipo y debutó en el equipo profesional en 2007. Ese mismo año vivió uno de los mejores momentos de su historia.
En la final del Campeonato Paulista, contra el Sao Caetano, Moraes (como se le conocía entonces) fue disparado por Vanderlei Luxemburgo y entró en la segunda parte. Con la camiseta número 18, fue el responsable del gol del título, anotado de cabeza.
El fichaje fue importante, pero el delantero no consolidó en la plantilla y fue cedido al Ponte Preta en 2008. También jugó en el Santo André en 2009 y, sin grandes oportunidades en el fútbol brasileño, acordó con Gloria jugar en Rumanía.
Ahora, casi 12 años después, Júnior Moraes tiene la oportunidad de volver a jugar en un gran club de Brasil. La diferencia es que, más experimentado y famoso en el fútbol europeo, podría ser el número 9 que le faltaba al Corinthians de Vítor Pereira.