A veces, las rupturas son necesarias para poder sanar.
Lo que parecía ser un matrimonio ideal entre un chico que soñaba con jugar en el FC Barcelona y un equipo que necesitaba juventud, gol y energía con urgencia terminó siendo una historia negativa que afectó tanto al cuadro culé como al propio Vitor Roque.
Debido a sus problemas económicos, el equipo culé optó por prescindir de sus servicios y le puso en el mercado, pero la única oferta tentadora que llegó fue una cesión, con varios condicionantes, al Real Betis, la cual ya ha sido aceptada y Tigrinho ya entrena bajo las órdenes del cuadro verdiblanco.
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A nivel personal, el luto de Vitor Roque se vivió desde la desolación más absoluta. Borrado por Xavi Hernández de los partidos importantes y sin casi oportunidades para jugar, Roque esperaba que la situación cambiara con Hansi Flick. Sin embargo, tras ocho meses en el Barça, queda claro que el club no le quería, situación que le afectó a nivel personal a límites insospechados, siendo esto lo que le empujó a salir.
🧐🔵🔴 Top Secret
😢 Vitor Roque rompió a llorar en su último entreno con el Barça
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— Mundo Deportivo (@mundodeportivo) August 27, 2024
Prueba de ello es la información que publica el diario catalán Mundo Deportivo, quienes afirman que, a sabiendas de que se trataba, muy posiblemente, de su última sesión de entrenamiento con el Barça antes de partir rumbo al Real Betis, Roque sucumbió ante la presión y ante las emociones del momento, derrumbándose en llanto en plena sesión de entrenamiento.
Según la ya citada fuente, Vitor Roque tuvo que abandonar el entrenamiento empapado en lágrimas, ya que se veía incapaz de seguir rindiendo en los ejercicios. Esto le llevó a abrazarse con Hansi Flick, quien le brindó su apoyo, para luego ser recibido en los brazos de varios de sus compañeros, quienes también le brindaron palabras de aliento.
Un Vitor Roque que, muy seguramente, se sintió maltratado, engañado y subestimado por la dirección deportiva, entendió que su etapa en el Barça debía acabar. Ahora, en el Real Betis y con una sonrisa renovada, Tigrinho apunta a volver a su mejor versión en el Benito Villamarín.
¿Lo logrará?
